El emprendedor, el friki y el empollón

Hace un par de días Ángel María escribió un post enorgulleciéndose de ser un friqui titulado "Proud to be friki" que tuvo repercusión en la comunidad bloguera quizá porque muchos se identifican como tales porque el término está perdiendo las connotaciones negativas que podía tener y se me ocurre que el motivo es porque se ha incorporado como término futbolístico. Aunque todavía no está aceptado por la RAE, en The Free Dictionary aparece definido como:

friqui s. m. En fútbol, lanzamiento directo de una falta.

Cristiano Ronaldo, un friki del fútbol. Fuente

Haciendo una búsqueda en Google con los términos friki y fútbol aparecen más de 2 millones de resultados, frente a sólo 38.000 de friqui y fútbol con lo que posiblemente se imponga friki con k que tiene más fuerza y suena más friki que friqui. Está claro que en cualquier caso el término entra con vaselina pues el estereotipo del futbolista es reverenciado en España frente al del emprendedor que sucede justo lo contrario pero en la entrada de Wikipedia curiosamente no hay una sola referencia al fútbol supongo que debido a que los más friquis de los frikis que editan sus contenidos no quieren que se pervierta el término con otras connotaciones ajenas a lo que ellos consideran la verdadera esencia friki o friqui, como se prefiera.

Ángel María asocia el estereotipo de emprendedor a friki como alguien que se sale o hace algo fuera de lo común (en un post anterior decía que a los emprendedores en España nos tratan como a marcianos por lo que nos terminamos creyendo de Marte) con conocimiento de causa como emprendedor de nivel que es. A mí por mi parte me parece que se asemeja al de empollón, no me considero como tal pero sí lo fui durante un tiempo en mi etapa escolar y puedo asegurar que hay muchas similitudes entre uno y otro con respecto a la actitud que adoptan los demás hacia tí. Estás haciendo algo que no toda la gente es capaz de hacer, lo estás haciendo mejor y vas a obtener mejores resultados que el resto que además te vas a merecer lo que en un país en el que la mediocridad es la norma inevitablemente despierta las envidias de alguna gente que te rodea.

A la larga eso supone un hándicap pues habrá quien te ponga todo tipo de zancadillas para que no logres tus objetivos por el simple hecho de no soportar el que supuestamente estés haciéndole sombra cuando en realidad es él el que se oculta en ellas por no esforzándose lo mismo que tú y de ahí la gran distancia que le va a separar de los resultados que obtengas. Esa mentalidad negativa surge de estar también denostada la figura de todo aquel que se esfuerza por alzarse sobre la media para alcanzar sus objetivos, en el caso del empollón en el ámbito intelectual.

Por ello me parece genial la iniciativa de Esperanza Aguirre de crear un Aula de Excelencia y en la misma línea está de acuerdo el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, según este tweet (pero no en lo del aula) porque lo que es cierto es que al igual que se entrena a deportistas o futbolistas de élite en centros especializados, por qué no hacer lo mismo con los que rinden de forma extraordinaria en los estudios?

Y para los que no son tan buenos empollando quizá deberían probar suerte emprendiendo como sugiere Scott Adams, el creador de Dilbert, en este post titulado "Educating B Students" a ver si alguno nos sale friki.

Dilbert, el Emprendedor. Fuente